Cada día la inteligencia artificial entra más en diferentes espacios en los que se desenvuelve el ser humano, sirviendo como una herramienta que puede ayudar a tomar decisiones importantes a nivel personal y laboral.
Uno de los campos en los que ha comenzado a actuar es la nutrición, a través de recopilaciones de tips que les permiten a las personas tener mejores estilos de vida, por medio de una alimentación mucho más sana y equilibrada, de acuerdo con la edad que se tenga.

¿Cuál es la alimentación adecuada según la IA?
Las sugerencias dadas a través de los sistemas de IA se basan en el análisis de miles de estudios y datos clínicos que evalúan los efectos de estos alimentos en el organismo humano a medida que envejece.
La disminución en el metabolismo basal, es decir, la cantidad de calorías que nuestro cuerpo necesita en reposo. Esto significa que, a medida se cumplen años, es importante prestar más atención a la calidad de lo que se consume para mantenerse sanos y en forma.
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Se trata de la cantidad de energía que consume el organismo a lo largo del día para cumplir sus funciones básicas vitales, incluso en reposo.
Según los expertos, representa entre el 60 % y el 70 % del gasto energético diario, lo que quiere decir que tan solo con dormir, respirar o hacer la digestión ya se están quemando calorías.
Para esto, es necesario conocer la cantidad de energía que consume el propio organismo y para alcanzar un equilibrio óptimo se deben ingerir las mismas que se gastan.
A través del análisis masivo de datos, la IA de Copilot sugiere la adopción de una dieta equilibrada, rica en vegetales, frutas, proteínas magras y granos enteros, para mantener la salud después de los 30 años.
¿Qué alimentos no recomienda consumir la IA después de los 30?
Al consultarle a Coplilot, el asistente de inteligencia artificial desarrollado por Microsoft, sobre qué alimentos no se recomiendan después de los 30, el modelo respondió:
- Azúcares añadidos: este tipo de alimentos no se deben consumir con frecuencia, ya que pueden acelerar el proceso de envejecimiento y contribuir a la aparición de enfermedades crónicas.
La IA sugiere que la ingesta de los alimentos ricos en azúcares añadidos, como bebidas azucaradas, dulces y productos horneados, no se haga con mucha frecuencia pasados los 30 años.
- Carnes procesadas: productos como el jamón, las salchichas y la tocineta contienen altos niveles de sodio, grasa y conservantes que pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
La IA recomienda disminuir su consumo y más bien cambiarlo por proteínas magras o de origen vegetal.
- Grasas trans: este tipo de grasas está presente en las frituras y se relacionan directamente con la subida de los niveles de colesterol malo, lo que puede elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La IA advierte sobre la importancia de evitar estos alimentos y elegir grasas saludables, como las omega-3, las cuales se encuentran en los pescados y en los frutos secos.
- Alcohol: el exceso de alcohol puede tener efectos perjudiciales, especialmente después de los 30 años, los cuales incluyen daños al hígado y el aumento de peso.
- Bebidas energéticas y cafeína: el exceso de cafeína puede provocar insomnio, nerviosismo y aumentar la presión arterial, por lo que la IA recomienda que con el avance de la edad, se disminuya la ingesta de estas sustancias.
- Alimentos muy salados: los productos altamente procesados, snacks y comidas precocidas suelen contener grandes cantidades de sodio, por lo que se aconseja disminuir su consumo.
- Harinas refinadas: los productos elaborados con harinas refinadas pueden contribuir al aumento de peso y desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre. Lo mejor, es decidirse por granos enteros que ayudan a mantener la saciedad y aportan nutrientes esenciales.