Entre las mascotas más longevas están los gatos, pues pueden vivir más de 15 años, un promedio más alto que los perros.
Sin embargo, a medida que van pasando los años empiezan a tener ciertos problemas de salud y comportamientos que requieren de una mayor atención, lo que indica que irremediablemente se están poniendo viejos.
Por eso, es importante detectar esas señales para empezar a tener los cuidados necesarios para que ellos tengan una buena calidad de vida.
Las señales para saber si su gato está envejeciendo
Especialistas en el cuidado de los gatos recalcan la importancia de aprender a identificar los cambios que se pueden presentar en los felinos cuando envejecen, con el fin de poder crearles un ambiente adecuado en donde se sientan cómodos durante sus últimos años de vida.
- Cambios en el pelaje
Así como les pasa a las personas, a medida que pasan los años, el pelo va perdiendo vitalidad. Por eso, es común que en los gatos mayores su pelo se vea menos brillante, más delgado y algo seco.
También aparecen canas, sobre todo en la cara y las patas. Estos cambios se deben a una menor producción de sebo y una menor capacidad de acicalarse.
- Pérdida de peso
Según el portal noticiascaracol.com, los gatos viejos pueden adelgazar por varias razones como una menor ingesta de alimento, peor absorción de nutrientes, mayor pérdida de masa muscular o la presencia de enfermedades como la diabetes, hipertiroidismo o cáncer.
Por eso, lo mejor es llevarlo a chequeos médicos con cierta periodicidad para poder identificar cualquier alteración a tiempo.
- Problemas dentales
Los gatos mayores son más propensos a sufrir enfermedades bucales como el sarro, gingivitis, estomatitis o pérdida de dientes.
Estos problemas pueden causar dolor, inflamación, sangrado, mal aliento e infecciones y dificultad al masticar su alimentación, por lo cual van relacionados con la pérdida de peso paulatina de su mascota.
- Problemas articulares
Estos animales pueden desarrollar artrosis, que es el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones. Provoca dolor, inflamación, rigidez y pérdida de movilidad y afecta sobre todo a las patas, columna y cadera.
Es por eso que pueden tener dificultad para saltar, caminar, subir escaleras o usar el arenero.
Pérdida de sentidos
Es normal que comience a presentar una disminución o una pérdida de la vista, oído, olfato y gusto, debido al deterioro de los órganos y los nervios sensoriales.
- Cambios de comportamiento
Pueden mostrar cambios en su personalidad, humor, actividad y hábitos, debido al envejecimiento cerebral, estrés, dolor o enfermedades como el síndrome de disfunción cognitiva, que es similar al alzhéimer humano.
Algunos de ellos se vuelven más retraídos y les molesta los ruidos e incluso pueden presentar desorientación.
En caso de que su gato presente alguno de estos signos de alarma, lo mejor el llevarlo al veterinario para comenzar el tratamiento que requieren y sobre todo, rodearlo de mucho amor dándole masajes, hablándole suave y llenándolo de mimos.