En la era de la conectividad constante, donde los teléfonos móviles son una extensión de nuestras manos, surgen preguntas importantes sobre la seguridad y las precauciones que debemos tomar en situaciones cotidianas. Uno de los debates recurrentes gira en torno a la prohibición de hablar por celular mientras se llena el tanque de gasolina, una regla que muchos consideran excesiva o incluso innecesaria. Sin embargo, detrás de esta normativa aparentemente arbitraria, se esconde una razón sólida relacionada con la seguridad y la prevención de riesgos.
Cuando se trata de combustibles y tecnología, la combinación puede ser potencialmente peligrosa. Los expertos en seguridad y los profesionales de la industria petrolera han establecido directrices específicas para minimizar los riesgos asociados con la manipulación de combustible y la presencia de dispositivos electrónicos, como los teléfonos celulares.
La razón fundamental detrás de la prohibición de hablar por celular mientras se llena el tanque se relaciona con el riesgo de generación de chispas. Los teléfonos móviles emiten señales electromagnéticas, y aunque las posibilidades de que una chispa proveniente de un teléfono cause un incendio son relativamente bajas, no se pueden ignorar las consecuencias potencialmente catastróficas.
Aunque los casos de incendios causados por teléfonos celulares son raros, la posibilidad existe debido a la electricidad estática que se puede acumular durante el uso del teléfono. En una atmósfera con vapores de gasolina, esta electricidad estática podría generar una chispa, y en presencia de vapores inflamables, eso es riesgoso.
Este riesgo potencial ha llevado a que muchas estaciones de servicio y regulaciones locales prohíban expresamente el uso de teléfonos celulares durante el llenado de combustible. Las advertencias visuales y auditivas en las estaciones de servicio destacan la importancia de apagar los teléfonos y cualquier otro dispositivo electrónico antes de comenzar el proceso de tanqueo.
Sin embargo, algunas personas pueden cuestionar la validez de esta normativa, argumentando que nunca han presenciado ni escuchado sobre incidentes causados por hablar por celular mientras se llena el tanque. Aunque es cierto que los casos son raros, la industria de la seguridad tiende a adoptar un enfoque precautorio para evitar posibles riesgos.
Los dispositivos electrónicos no son los únicos culpables de la generación de chispas; la propia actividad humana también puede ser un factor. La fricción entre la ropa y los asientos del automóvil, así como la acción de entrar y salir del vehículo, puede generar electricidad estática. Por lo tanto, la normativa también sugiere que los conductores se descarguen de electricidad estática antes de tocar la boquilla de la bomba de gasolina.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.