Es muy frecuente escuchar hablar de los aceites esenciales, pero no siempre se tiene claro qué son o qué beneficios tienen. Pues bien, se trata de compuestos aromáticos naturales que se encuentran en las semillas, la corteza, las raíces, las flores y otras partes de las plantas y que en muchos casos son usados en la preparación de alimentos y en tratamientos de belleza.
Son productos que pueden usarse de manera individual o mezclados, de acuerdo con la finalidad para la cual se requieran y el cabello es uno de los que se puede beneficiar con su uso. La revista Glamour indica que estos aceites son diferentes a los más comunes como el óleo de coco, de oliva o de argán, ya que se extraen de las plantas a través de procesos de destilación o evaporación. Esto hace que sus compuestos estén más concentrados y, en el caso del cabello, pueden estimular el crecimiento y dejarlo con una mejor apariencia.
Sin embargo, al tener una mayor densidad de activos, no deben aplicarse de manera tópica, sino que deben ir acompañados de aceites portadores o pueden mezclarse, por ejemplo, con el champú, para obtener y aprovechar sus bondades.
Cuando se trata del crecimiento del cabello, hay algunos aceites específicos que pueden utilizarse y estos son tres de ellos, los cuales pueden adicionarse en el momento de lavar el cabello. En la porción que se tiene en la mano para aplicar en el pelo se agregan dos o tres gotas del aceite y se lava de manera natural.
Aceite de jojoba
Según el Institute for Integrative Nutrition, el aceite esencial de jojoba es rico en vitaminas E y C, además de algunas del grupo B, zinc y cobre, nutrientes que mantienen el cabello nutrido e hidratado. El aceite de jojoba suele ser un ingrediente de los acondicionadores e hidratantes capilares, ya que protege contra la rotura del cabello, las puntas abiertas y la sequedad general.
Además, no es comedogénico, lo que significa que no obstruye los poros, por lo que es un gran recurso si se tiene el cuero cabelludo seco y propenso a la caspa, dos factores que debilitan pelo.
Aceite de romero
El romero es un aceite esencial popular en aromaterapia, donde sus beneficios incluyen el alivio del dolor y el estrés, la mejora de la función cerebral y el aumento de la circulación. Pero, en el caso del cabello, es utilizado para aliviar la caspa y los síntomas de picor del cuero cabelludo y como preventivo del encanecimiento y la caída del cabello.
La mencionada fuente indica que se ha demostrado que un ingrediente activo del aceite esencial de romero, el ácido carnósico, cura las lesiones nerviosas, una de las causas de la caída del cabello. En el estudio titulado “Rosemary oil vs minoxidil 2 % for the treatment of androgenetic alopecia: a randomized comparative trial”, se comparó el aceite esencial de romero con el Rogaine (un tratamiento comercialmente popular para la caída del cabello); los resultados mostraron que el aceite era tan eficaz como el producto comercial en cuanto a la caída del cabello y más eficaz para tratar el picor del cuero cabelludo.
Otras pruebas científicas muestran que este producto sería capaz de curar las terminaciones nerviosas en el cuero cabelludo para restablecer el crecimiento del cabello. Es decir, su efecto promueve el nacimiento de nuevos folículos pilosos y mejora la salud de los que se encuentran en ciclo de crecimiento.
Aceite de menta
El mentol que contiene este aceite es un vasodilatador. Esto quiere decir que promueve la circulación de los folículos pilosos, previene la caída y favorece el crecimiento rápido y grueso del cabello, según el portal Healthline. No es recomendable usarlo si se tiene el cuero cabelludo inflamado, ya que las investigaciones indican que se podría provocar el efecto contrario.