Los electrodomésticos son indispensables en cualquier hogar, ya que facilitan las tareas diarias y optimizan el tiempo de los usuarios, especialmente en la cocina. Elementos como la freidora de aire, el microondas y el horno eléctrico son clave para preparar alimentos porque basta con presionar un botón para que todo esté listo en pocos minutos.

Sin embargo, es crucial recordar que la limpieza de estos aparatos no debe pasarse por alto. Con el uso frecuente, tienden a acumular grasa, polvo y suciedad, que, de no eliminarse adecuadamente, pueden afectar no solo el rendimiento del dispositivo, sino también el sabor y la textura de los alimentos preparados.

Rejilla del horno | Foto: Getty Images

Cuando se trata de limpiar el horno, es importante proceder con cuidado para evitar dañar cualquier pieza y prevenir rayones. Uno de los ingredientes naturales efectivos para este propósito es el bicarbonato de sodio, conocido desde hace muchos años por su capacidad para eliminar manchas, neutralizar malos olores y aliviar malestares estomacales.

Para obtener los mejores resultados al usar bicarbonato de sodio para dejar el horno como nuevo, siga estos pasos:

  • Asegúrese de estar en un espacio cómodo para evitar accidentes.
  • Retire todos los accesorios como parrillas y bandejas para limpiarlos por separado.
  • Con un paño seco, elimine los restos de comida visibles.
  • En un recipiente pequeño, mezcle media taza de bicarbonato de sodio con una cucharada de agua hasta obtener una pasta compacta.
  • Se recomienda usar guantes para proteger las manos. Distribuya la mezcla dentro del horno, evitando las resistencias y elementos de calefacción.
Con ingredientes caseros, las personas pueden limpiar sus electrodomésticos. | Foto: Gettyimages
  • Deje actuar el producto durante aproximadamente 12 horas o toda la noche para que la grasa se ablande y sea más fácil de limpiar.
  • Mientras tanto, limpie las bandejas y parrillas con una solución de agua tibia y bicarbonato de sodio. Aplique la solución uniformemente y frote con un cepillo hasta eliminar todas las impurezas.
  • Con una esponja no abrasiva, limpie los residuos de producto del interior del horno.
  • Finalmente, con un paño de microfibra húmedo, limpie cualquier resto y vuelva a colocar todas las partes limpias para poder utilizar el horno y disfrutar de comidas frescas nuevamente.