La nevera es un electrodoméstico muy importante en el hogar que se utiliza para conservar alimentos y bebidas a bajas temperaturas, lo que ayuda a mantenerlos frescos por más tiempo y prevenir su deterioro.
El propósito principal de la nevera es ralentizar la actividad de los microorganismos como bacterias y mohos, que son los principales responsables del deterioro de los alimentos. Al mantener los alimentos a bajas temperaturas, se prolonga su vida útil, lo que permite almacenarlos por más tiempo sin que se estropeen.
Para optimizar su funcionamiento se puede utilizar el siguiente truco:
Mantenga el refrigerador lleno, pero no abarrotado:
Un refrigerador lleno ayuda a mantener una temperatura estable, ya que los alimentos y bebidas almacenados retienen el frío. Si la nevera está vacía, el electrodoméstico tendrá que trabajar más para mantener la temperatura.
Sin embargo, evite llenarla demasiado, ya que el aire frío debe circular libremente para mantener todos los alimentos a la temperatura adecuada.
Otros consejos útiles:
Verifique las juntas de las puertas: Asegúrese de que las gomas de las puertas están en buen estado y sellan correctamente. Si están desgastadas o dañadas, el aire frío puede escapar, lo que obliga al compresor a trabajar más.
Descongele regularmente: Si la nevera no es de las que se descongelan automáticamente, una capa gruesa de hielo puede aumentar el consumo de energía. Mantén el congelador libre de hielo.
Ubicación adecuada: Coloque la nevera en un lugar alejado de fuentes de calor, como el horno o la luz directa del sol. También, asegúrese de que haya suficiente espacio alrededor para la ventilación.
Temperatura adecuada: Mantenga la nevera a una temperatura entre 3°C y 5°C y el congelador a -18°C. Ajustar estas temperaturas a un nivel más bajo no enfriará más los alimentos, pero sí aumentará el consumo de energía.
Deja que los alimentos se enfríen: Antes de guardar alimentos cocidos o calientes en la nevera, deja que se enfríen a temperatura ambiente. Esto evita que la nevera tenga que trabajar más para bajar la temperatura interna.
Haga esto una vez para mejorar la vida útil de su nevera y ahorrar energía todo el año
El mantenimiento adecuado de los electrodomésticos en el hogar es esencial para garantizar su eficiencia y prolongar su vida útil. Entre las prácticas recomendadas, la descongelación periódica de la nevera y el congelador es una de las más importantes, aunque muchas veces es pasada por alto. Descongelar el refrigerador al menos una vez al año no solo ayuda a optimizar su funcionamiento, sino que también puede evitar problemas de salud y ahorrar energía.
Con el tiempo, es común que tanto la nevera como el congelador acumulen una capa de hielo en su interior. Según Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas -Nutricionistas (CGCODN) de España, es crucial no permitir que esta acumulación se vuelva significativa, ya que puede afectar la eficiencia del aparato. “El hielo quita espacio en la comida y puede hacer que el electrodoméstico deje de funcionar eficazmente”, advierte Palau, citada por la página Maldita Ciencia.
Este problema es especialmente relevante en los congeladores, donde la acumulación de hielo actúa como un aislante, lo que obliga al motor a trabajar más para mantener la temperatura adecuada. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), solo tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador pueden aumentar el consumo de energía hasta en un 30%. Este sobreesfuerzo no solo incrementa la factura de electricidad, sino que también reduce la vida útil del electrodoméstico.