Si es amante de la jardinería, especialmente de los jazmines, esta información le podría ser de gran ayuda para conservar la pureza y aroma de estas plantas trepadoras que florecen en primavera, decorando su entorno con sus flores blancas y perfumadas.
Científicamente, su nombre es Jasminum, un género de planta con más de 200 especies, entre las que se encuentran el jazmín officinale, conocido de forma común como jazmín de verano, una planta ideal para ubicar en zonas soleadas y resguardadas del viento, explica Agrogojarviveros.
Otra de estas especies es el jazmín nudiflorum, que se destaca por sus flores amarillas, conocido también como jazmín de invierno. Para su desarrollo adecuado, este tipo de planta requiere estar ubicada en una zona con sombra, pero no completamente alejada de la luz, ya que la calidez en los meses de floración es fundamental.
En general, lo que hace del jazmín una planta única es la belleza de sus flores que crecen como ramilletes, brindando un toque diferente sin salir de lo tradicional, cumpliendo el objetivo de mantener la estética del espacio en el que se encuentra y sumando un aroma que cautiva en el ambiente.
El cuidado de los jazmines
Sin embargo, al igual que otras especies de plantas, el jazmín necesita una serie de cuidados esenciales para garantizar su desarrollo sin novedades.
Para ello, lo primero que se debe saber es que su conservación es distinta de algunas otras plantas, por lo que no es suficiente mantenerla bien hidratada una vez se retira desde el propio vegetal. En este caso, el tallo es un elemento que impacta de manera negativa este proceso.
Teniendo en cuenta este pequeño, pero importante detalle, además de su correcta ubicación, es indispensable cortar la parte de abajo de la misma. Posteriormente, para evitar que la planta empiece a presentar un color amarillento por falta de cuidado, se debe sumergir, solo la parte superior, en un recipiente con agua preferiblemente tibia, explica el sitio La Unión.
Vale mencionar que se debe evitar que el agua se estanque y, de este modo, no solo se mantendrá una planta bien cuidada, sino que su aroma podría ser más intenso.
El riego es el siguiente tip que debe tener en cuenta. Renovar el agua cada dos o tres días, mientras se va moviendo el recipiente, buscando una ubicación en la que no pierda frescura, es una práctica infaltable para preservar su belleza.
Aunque existen varios consejos para mantener radiantes los jazmines, este mismo sitio web recomienda agregarle a la hidratación una cucharadita de sal o azúcar.
Entre tanto, el portal Verdecora recalca que los cuidados pueden presentar algún cambio según las variedades de la planta, ya que unas requieren más luz que otras, así como una temperatura diferente e incluso abono.
No obstante, como dato general, agrega que, a diferencia de otras plantas trepadoras, el jazmín necesita de un apoyo o tutor para su crecimiento, debido a que no se agarra solo a la superficie sobre la que se apoya.
Este punto es infaltable porque, de no hacerlo, se corre el riesgo de que en lugar de trepar se deje caer adoptando forma de arbusto.