El lavado de ropa es un proceso común en los hogares convencionales, no solo para eliminar la suciedad, sino también para que las prendas de uso diario recuperen su olor a limpio. Respecto a la frecuencia de lavado, todo depende de las prácticas de cada persona.

En algunos hogares, el lavado de la ropa se realiza semanalmente, cada 15 días o, incluso, cada mes. Sin embargo, en situaciones de emergencia, es probable que se necesite lavar una prenda antes de que se cumpla el ciclo de lavado habitual.

Pero el lavado no es suficiente por sí solo. El proceso debe complementarse necesariamente con el secado, pues, de otra forma, no sería posible utilizar las prendas. Por esta razón, otro electrodoméstico que ha ganado gran popularidad a lo largo de los años es la secadora.

Sin embargo, hay hogares que todavía aplican las prácticas tradicionales: colgar la ropa de manera que se seque al sol y al viento. Si bien esta dinámica ancestral aún se mantiene, su éxito depende del clima. En ese sentido, las jornadas de lluvia harán que sea imposible el secado de las prendas.

Algunos hogares utilizan la secadora para complementar el proceso de lavado. | Foto: Imagen generada con la IA Bing Image Creator

Trucos para el secado de la ropa

Por fortuna, existen algunas alternativas para optimizar el secado de la ropa cuando no se cuenta con secadora y el clima no ayuda. Se trata de métodos simples que podrían marcar una diferencia a favor.

El objetivo principal detrás del secado de la ropa consiste, precisamente, en eliminar todo rastro de humedad. Para ello, es esencial que las prendas se mantengan en el exterior y solo sean guardadas cuando no presenten ningún tipo de residuo posterior al lavado.

Si la persona no cuenta con secadora y el clima resulta adverso, una opción útil es colgar la ropa dentro de la casa, aunque se deben implementar ciertas técnicas que favorecen su secado. Para empezar, una formación popular es la tipo arco.

En ese sentido, la distribución puede marcar la diferencia. Siguiendo lo sugerido por el tipo arco, en los extremos hay que colgar la ropa de mayor tamaño, mientras que las prendas más pequeñas –como la ropa interior– debe mantenerse en el medio.

Popularmente, se dice que esta distribución facilita la circulación de aire, lo que a su vez optimiza el proceso de secado.

Tender la ropa junto a una ventana puede ayudar a acelerar el secado de algunas prendas. | Foto: Imagen generada con la IA Bing Image Creator

Otra práctica implica colgar la ropa lo más alto posible, pues la circulación de aire es mayor y beneficia el secado. Eso sí, hay que tener presente que el espacio elegido no presente humedad y tampoco tenga goteras, pues el resultado sería contrario a lo que se busca. El cómo se extienda ropa también repercute en su secado. Lo ideal es buscar la mayor amplitud posible.

Finalmente, existen algunas ayudas que tradicionalmente son implementadas en los hogares. Algunos ejemplos incluyen:

  • Colgar la ropa frente al ventilador.
  • Utilizar el secador de cabello.
  • Poner las prendas en la rejilla trasera de la nevera.
  • Planchar las prendas.