Toda persona que ha pateado una pelota en los pasillos de su casa o en el patio sin importarle que su mamá llevara media hora llamándole, probablemente ha soñado con ser parte de la selección. Este libro, escrito por el editor de SoHo Diego Rubio e ilustrado por Diego López García, cuenta la historia del puñado de jugadores que sí lo lograronEl texto de este libro está dirigido a todos los niños interesados en saber un poco más de la vida de las grandes estrellas de la selección nacional y en aprender datos curiosos acerca de la historia del fútbol. ¡Yo quiero ser un crack! recorre la carrera de siete de los nombres más importantes de la Selección Colombia que clasificó al mundial de Brasil. Aquí conocemos los inicios, obstáculos, características y curiosidades de sus vidas y sus carreras. Y el libro es, además, una obra interactiva con calcomanías, zonas para colorear y consejos prácticos acerca del juego, las posiciones en la cancha y varias de las habilidades que debe tener un crack.

Ilustración de Radamel Falcao. Así nos enteramos de que James Rodríguez “es hijo del exfutbolista Wilson James Rodríguez, quien llegó a jugar en la Selección Colombia. Pero nuestro 10 no creció al lado de su papá, pues James, el viejo, se fue de la casa para seguir jugando fútbol. Era su mamá Pilar Rubio, la que madrugaba para llevarlo a los entrenamientos, la que trabaja hasta tarde para comprarle guayos, la que gritaba su nombre en los partidos, como hoy haces tú cada vez que James se pone la camiseta de la ‘Sele’”.  

Ilustración de James Rodríguez. El libro también nos cuenta varios datos curiosos, por ejemplo que David Ospina pasó de delantero a arquero: “La vida le cambió a Ospina cuando era un niño y el arquero de su equipo se lesionó. Entonces el entrenador, preocupado, preguntó quién era capaz de pararse en el arco, y él levantó la mano. El pequeño Ospina demostró esa tarde que tenía bueno reflejos, que no le daba miedo el balón, que no se ponía nervioso”.¡Yo quiero ser un crack! también resalta el duro camino que tuvieron que recorrer estos jugadores para llegar a donde están. Como Radamel Falcao, quien desde joven se fue a Argentina para triunfar en el River Plate. “Tienes que tener personalidad para irte a un país desconocido a los 16 años. Tienes que ser un guerrero para, aún en la adolescencia, vivir en un cuarto frío de Buenos Aires, Argentina, levantarte todos los días a entrenar con desconocidos y luchar por un puesto en el equipo de los grandes de River”.

 Ilustración de David Ospina. La vida de un ídolo está llena de gloria, pero también está marcada por momentos difíciles, los obstáculos más grandes que deben afrontar en sus carreras. Como el caso de Juan Guillermo Cuadrado, de quien Rubio escribe lo siguiente: “Cualquiera diría que ha tenido una vida llena de alegrías. Digamos que en parte sí, pues ha podido cumplir sus sueños: ser futbolista, jugar un Mundial, ser uno de los mejores del planeta… pero ha sufrido también momentos muuuy tristes: tenía cuatro años cuando un desalmado de esos que se la pasan con armas mató a su papá en su propia casa, con él adentro, escondido de las balas. Entonces Juan Guillermo y su mamá, la señora Marcela, salieron adelante con mucho esfuerzo. Ella se puso a trabajar empacando bananos y él empezó a entrenar más duro que sus compañeritos para convertirse en profesional”.Lo demás cracks mencionados en este libro son Pablo Armero, Mario Alberto Yepes y el profe Pekerman. el “súper héroe de los colombianos”.

 Ilustración de la Selección ColombiaEncuentre aquí más información sobre ¡Yo quiero ser un crack!