Veinticinco mil firmas virtuales pretenden conseguir varias organizaciones sociales, campesinas, indígenas y ambientales que  adelantan la campaña #SalvemosalSuroeste de Antioquia.  El objetivo es sumarlas a la petición que le harán a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y los ministerios de Ambiente, Cultura, Minas y Agricultura para que niegue de forma definitiva la licencia ambiental para el proyecto minero Quebradona, que impulsa desde hace 14 años la empresa AngloGold Ashanti (AGA), en el municipio de Jericó. Le recomendamos: Con video-carta piden al presidente Duque impedir la explotación minera en Jericó En el texto que sustenta la recolección de firmas se indica que ese proyecto de extracción de oro, plata y cobre amenaza con destruir la riqueza hídrica y la biodiversidad del suroeste antioqueño, al estar ubicado en los Andes tropicales -según ellos - uno de los puntos de concentración de biodiversidad más importante del planeta.  "Los municipios que resultarían más afectados por este proyecto de megaminería serían Támesis, Jericó, La Pintada, Fredonia, Tarso, Jardín, Valapariso y Caramanta, en el sur del departamento de Antioquia. El área de influencia del primer proyecto de AngloGold Ashanti es considerada una zona AICAS, es decir, un espacio de gran interés para el avistamiento de aves y especies endémicas y, además, es el corredor del oso de anteojos", indica el documento. 

Algunos habitantes del suroriente antioqueños aseguran que la vocación de esa región es la agricultura y el turismo y no la minería. Foto: archivo/Semana. De acuerdo con las organizaciones que están detrás de esta campaña, entre las cuales se encuentran DeJusticia, Greenpeace, Movimiento Nacional Ambiental, Alianza Suroeste, Visión Suroeste, la Mesa Técnica del Suroeste, así como campesinos, los resguardos indígenas Emberá-Chamíes, las mesas ambientales de la región, productores agrícolas y agroindustriales, y emprendedores de turismo, la multinacional pretende convertir este territorio en un distrito megaminero, explotando cinco yacimientos de oro, cobre y otros metales, acabando, de esta forma, con su vocación agrícola y turística, y obligando a miles de familias campesinas a desplazarse. El pasado viernes 28 de agosto se dio a conocer esta iniciativa a través de un comunicado de prensa.  Le sugerimos: Comunidad de Jericó sigue oponiéndose a proyecto minero "Los daños ambientales y sociales que generaría solo el primer proyecto de AngloGold Ashanti serían irreparables y generarían, entre muchos otros problemas, una montaña de desechos tóxicos de 218 metros de altura que quedaría para siempre a 2 kilómetros del río Cauca, y que debido a las abundantes lluvias tropicales de la zona y a su inestabilidad sísmica, tendrían un grave riesgo de derramarse y contaminar el río, generando un desastre ambiental nacional", sostienen.  Advierten que algunas de las consecuencias que podría generar este megaproyecto minero de llegar a obtener el aval del Gobierno nacional son contaminación de los suelos y las aguas, reducción de los caudales de los ríos y quebradas de la zona, ruido permanente, interrupción de corredores biológicos de especies -muchas de ellas endémicas-, una profunda división social, aumento de la ilegalidad, drogadicción, prostitución, alcoholismo y deterioro de la cultura del territorio. 

En agosto del año pasado le fue enviado al presidente Duque un video denominado ‘Carta desde el Suroeste‘ en el que los campesinos, emprendedores, jóvenes, empresarios y gobiernos del Suroeste de Antioquia le solicitaron permitir el proyecto Quebradona. Sostienen que hasta el momento el Gobierno no ha definido ningún mecanismo de participación para que los territorios decidan su modelo de desarrollo y si aceptan o no este tipo de proyectos extractivistas.  "El suroeste antioqueño no merece este futuro, trabajamos para seguir siendo despensa agroalimentaria del país, destino ecoturístico, territorio regenerativo y corredor de biodiversidad", expresaron.  William Gaviria, campesino del corregimiento Palocabildo, área donde se ejecutaría el proyecto, cree que todos los problemas existentes y futuros se acabarían solo con evitar la ejecución del proyecto Quebradona. "La megaminería afectaría nuestra tierra”, manifestó.  Le puede interesar: Sigue el tire y afloje por mina de cobre en Jericó Sebastián Restrepo, líder de Visión Suroeste, aseguró que la campaña busca visibilizar lo que está ocurriendo en la región, donde los habitantes y campesinos han vivido de la vocación agrícola, cultural y turística. "Ahora llega una multinacional sudafricana que pretende imponernos un modelo de desarrollo que rechazamos y que no está alineado con nuestra visión de desarrollo regenerativo”, comentó.  Responden a las críticas Respecto al comunicado y la campaña como tal, Juan Camilo Quintero, gerente de Asuntos Corporativos de AngloGold Ashanti, afirmó que el proyecto Quebradona es muy técnico y sustentado con datos científicos. “Detrás de él hay más de 1.300 personas con estudios hidrológicos, bióticos, abióticos, sociales y de geología”, expresó en El Colombiano, razón por la cual solicitó que las discusiones en torno al proyecto sean respaldadas con estudios. “Siempre hay voces que no están de acuerdo y nos podemos sentar en las mesas a discutir y a argumentar, pero, por ejemplo, cuando afirman que las aguas se van a acabar, no hay ningún sustento o estudio específico que respalde dichas afirmaciones”, sostuvo. Puede leer: El concejo municipal de Jericó prohibió la minería metálica Aseveró que AGA está dispuesta a reformular el proyecto si existen estudios científicos y técnicos que demuestren que se está causando impactos negativos. Para él, los proyectos mineros bien ejecutados pueden ser fuente de riqueza para las regiones y ayudar a disminuir las migraciones hacia las capitales y áreas metropolitanas de los habitantes de los pueblos. El 28 de noviembre, AGA presentó ante la Anla el Estudio de Impacto Ambiental dentro del trámite para obtener la licencia para desarrollar el proyecto minero, que en 2015 fue declarado por el Gobierno como de interés nacional. Hasta el momento habían sido recogidas cerca de 20.000 firmas a través de la plataforma change.org.