No está en wikipedia ni en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, pero no existe rincón de Colombia donde se desconozca el significado de la expresión 'voltiarepas'. "Que yo antes era del Millos y ahora soy del Santa Fé", voltiarepas. "Que un día fui rockero y luego me volví reguetonero", voltiarepas. "Que un día milité en las toldas de Cambio Radical y hoy alegremente pertenezco al Partido de la U", voltiarepas. Semana.com le preguntó a sus seguidores en Facebook y Twitter si confían en un político tránsfuga. Las respuestas no dejan bien parados a los voltiarepas. Sergio: No se puede confiar, todos son como las cometas.. para donde vaya el viento.Asdrubal: El juego de la política son tácticas de guerra, cada quien según sus habilidades, cada cual según sus necesidades. Mónica: Eso es como confiarle un jardín de niños a Garavito. De políticos voltiarepas ¡líbranos Señor! Alexandra: Definitivamente No. Hacen todo por conveniencia propia, representan sus propios intereses. Fredy Antonio: El voltearipismo o transfuguismo, como ustedes popularmente le denominan, no es otra cosa que una nueva realidad electoral dada la reforma política. Seguramente nuestra institucionalidad continúe en dinamica permanente mientras logre interpretar los intereses de la mayoria de los colombianos. Lo importante es que quienes tienen la responsabilidad de interpretar esa realidad, sean lo mas leales a ella. Luz Omayra: Imposible confiar en esa gente. Ellos desconocen totalmente el significado de la palabra "politica". Daniel: Por lo que puedo notar, ni siquiera confían en ellos mismos. Qué se puede esperar si sólo trabajan por el beneficio propio, no por el de un pueblo. Claudia: Yo creo que se perdió la vergüenza. Los políticos deberían hacer que el Estado funcione, pero sólo buscan enriquecerse a costillas de lo que pagamos el pueblo.Fernando: El transfuguismo es un síntoma de no querer abandonar el poder..¿Poder de qué? ¿poder para qué? Solo lo saben ellos. Manuel Fernando: La gran mayoría de los políticos transfuguistas son aquellos que históricamente le han hecho daño a los partidos que los han avalado y, en especial, a los ciudadanos que han depositado su confianza a través del voto. Esos bien llamados politiqueros, son quienes engañan con promesas y compran conciencias en los días electorales. Da asco, vergüenza que en Colombia se permita este tipo de accionar, sólo para beneficio del ego de los presidentes o directores de los partidos. Los colombianos no debemos votar por semejantes vergonzantes de la política. ¿Cómo nos estarán viendo desde el extranjero, con esta podredumbre de clase política que tenemos? Andrés: Definitivamente si no son fieles a sus convicciones, mucho menos a las promesas que hagan para llegar al poder. ¿ Y usted confía? Síganos en Facebook y en Twitter