El pasado 23 de julio de 2020, Carlos Bernal Pulido tomó por sorpresa al país cuando anunció su renuncia a la Corte Constitucional. A pesar de que aún le restaban cinco años más para culminar su periodo —había sido elegido en 2017—, explicó que deseaba vincularse a la planta docente de una universidad norteamericana. Sin embargo, recientemente el exmagistrado se incorporó al equipo jurídico de las Empresas Públicas de Medellín (EPM). Tal y como lo anunció el gerente de la compañía, Álvaro Rendón, Bernal Pulido hará parte de la conciliación que se surtirá como etapa previa de la demanda por 9,9 billones de pesos que EPM pretende reclamarle a los constructores de Hidroituango. Lo curioso de su ingreso a EPM es que años atrás, cuando todavía no era parte de la Corte Constitucional, el exmagistrado era altamente crítico de que los antiguos funcionarios de esta corporación se dedicaran al litigio. "Que los exmagistrados de la Corte Constitucional puedan litigar afecta los principios de independencia e imparcialidad judicial" afirmó en su columna del 17 de abril de 2015 en Ámbito Jurídico. Ciertamente una aseveración que ahora le cobra factura.