El viaje a China del presidente Iván Duque no ha estado exento de críticas, pero esta vez la molestia es dentro del propio uribismo por la ofrenda floral, del tricolor nacional, que Duque presentó ante el Monumento a los Héroes de la Revolución comunista de Mao-Tse Tung.

Fernando Londoño, un uribista purasangre, no ocultó su desconcierto. "Tengo que decirles, queridos amigos que tengo el alma rota de tristeza, de amargura, que no quiero volver esa imagen, el presidente Duque poniendo la cabeza en señal de reverencia con un ramo de flores para festejar a Mao-Tse Tung, eso es superior a mis fuerzas. Lo único que falta es que lo inviten a Rusia y que haga lo mismo con Stalin", dijo indignado. Este gesto diplomático ha sido visto como una incoherencia ideológica, debido a que pertenece a un partido de derecha y además, es uno de los mayores detractores del régimen de Nicolás Maduro que tilda de "dictadura castrochavista".