Pasados dos meses de licencia, el magistrado Gustavo Malo no apresuró su aparición ante sus colegas de la Corte Suprema de Justicia. Este lunes, la expectativa sobre su llegada llevó a que se convocara a una Sala Plena extraordinaria, que tenía como objetivo definir la situación del incómodo acompañante para las decisiones más importantes de la justicia. Sin hacer acto de presencia, Malo hizo llegar una excusa médica pidiendo que le fuera aprobada una incapacidad médica por 20 días; la petición fue avalada por el pleno. Sin embargo, una decisión mucho más profunda podría tomarse en las próximas semanas: si el alto tribunal aplica o no el artículo del reglamento creado en octubre para definir este tipo de situaciones. La disposición lo que les permite es relevar de sus funciones a colegas que estén inmersos en investigaciones penales delicadas, siempre y cuando cuenten con una mayoría de 16 votos. No obstante, una decisión de este calibre no puede ser tomada sin la presencia de Gustavo Malo, quien tendrá que regresar a su lugar de trabajo el 1 de febrero. Mientras tanto, el encargado para reemplazarlo será el magistrado Fernando Bolaños.