En la reunión con los excomandantes paramilitares, a Jesús Santrich se le notó la debilidad y la indisposición física como consecuencia de la huelga de hambre que inició para protestar por el dilatado decreto de amnistía para los miembros de la guerrilla. Santrich sorprendió a los asistentes porque a pesar de su condición de salud le alcanzó la energía para romper el hielo y referirse, a través de una fábula, al tema que motivó su ayuno. Esto contó.Un zorro le dijo a un loro:-Loro baja, ven, hablemos.-No, me quieres comer, te conozco- le contestó.-Para nada, ven- decía el zorro.-No, me quieres comer. Y el loro subió una ramita más arriba.-Eso era antes, ya no-dijo el zorro- ¿No sabes acaso que hay un decreto que dice que no podemos comernos entre animales, que está prohibido?El loro, dudoso, bajó una ramita: -¿Seguro que el decreto funciona?-Claro -dijo el zorro- es que casi nadie sabe que funciona desde hace dos semanas.En ese momento apareció un leopardo y comenzó a perseguir al zorro para comérselo. El loro subió hasta lo más alto del árbol y le gritó al zorro:-¡El decreto! ¡Muéstrele el decreto!