Tras la suspensión del gobernador (e) de La Guajira Wilbert Hernández Sierra, decidida por la Procuraduría por presuntas irregularidades en un polémico contrato de bilingüismo por 11.415 millones de pesos, su madre, la matrona wayú Francisca Sierra, más conocida como Mamá Franca, ha demostrado su ira ante aliados y opositores políticos por igual, acusándolos públicamente de provocar la situación.Uno de sus grandes aliados, el expresidente Álvaro Uribe, le ha pedido calma en este momento difícil y le ha insistido para que este episodio no signifique el fin de 20 años de buena relación. Entre tanto, según fuentes en la Casa de Nariño, el presidente Iván Duque se ha lamentado por haber hecho ese nombramiento y no hacer caso a las recomendaciones de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, de mantener al exgobernador encargado Wilson Rojas. El caso tendría muy nervioso al gobernador encargado por la apertura de una investigación disciplinaria y  porque la Fiscalía se tomara varias dependencias de la Gobernación en búsqueda de evidencias sobre este y otros contratos. Han crecido las versiones de que Hernandez Sierra estaría preparándose para salir del país y evitar una eventual captura. Un destino probable sería Estados Unidos, donde hace años se esconde su hermana Davis Lorena, señalada por la Fiscalía de desviar 4.800 millones de pesos de regalías cuando fue alcaldesa de Maicao. Hoy ella reside en Wichita (Kansas).SEMANA recibió este 7 de agosto una comunicación de Francisca Sierra que se transcribe a continuación:Por primera vez, a pesar de las múltiples referencias erróneas e imputaciones infundadas de que he sido objeto en publicaciones de ese reconocido medio de difusión escrito, me permito, recurriendo, no a la legislación de prensa, sino a su criterio de justicia, aclarar ante ustedes lo siguiente, a propósito de su publicación del día 2 del presente mes, titulado, LA IRACUNDA MAMA FRANCA, con el propósito de que sea difundido:No he experimentado ni mucho menos expresado, ira o reclamo alguno a mis apreciados amigos ni opositores, para acusarlos de “provocar la situación” relacionada con mi hijo Wilber Hernandez. Nadie podrá, sin incurrir en la calumnia, mostrar o citar hecho alguno relacionado con tal situación. Naturalmente que siempre he entendido, por mi discurrir en la política, los riesgos que asumen los funcionarios públicos, en especial, los ordenadores de gastos, por lo que no extraña la apertura de las investigaciones que consideren los organismos competentes.La suspensión en el cargo, de parte de la Procuraduría se ha generado por la suscripción de un convenio con entidad oficial para ejecutar un proyecto que venía tramitándose desde el mes de marzo del presente año, surtiendo la aprobación previa de Planeación Nacional y del Ministerio de Educación Nacional, para finalmente ser aprobado en el OCAD REGIONAL el día 22 de abril.Respeto la decisión preventiva de suspensión y confió plenamente que en el curso del proceso de investigación podrá Wilber ofrecer las explicaciones y aclaraciones pertinentes.Con el expresidente Uribe no he buscado ni he tenido la oportunidad ni siquiera de conversar sobre la suspensión de Wilber, por considerar que es un tema y decisión de la Procuraduría en ejercicio normal de sus funciones que no le atañe en forma alguna al doctor Uribe.En los próximos días tendremos la oportunidad de saber si es cierto que “han crecido las versiones”, de que una persona como Wilber, caracterizado por su seguridad, confianza y fe en nuestro Dios, se estaría preparando para salir del país. Ojalá que en próximas ocasiones me den la oportunidad de ofrecer previamente las respuestas y aclaraciones a las inquietudes que ustedes estimen.

          Francisca Sierra de Hernández