El himno nacional cumplió 130 años la semana pasada y el ingenioso columnista Óscar Alarcón logró sacarle punta a ese tema. Recordó que había sido compuesto para celebrar no la independencia de Colombia, sino la de Cartagena. Un empleado público llamado José Domingo Torres quería darle una sorpresa al presidente Rafael Núñez al ponerle música a sus versos de “Oh gloria inmarcesible”. El compositor italiano Oreste Sindici, sin muchas ganas, le hizo el favor a Torres. El resultado de esa improvisación acabó por convertirse en el himno nacional de Colombia. Alarcón agregó que el escritor Ricardo Silva afirmó que Sindici plagió la música de una ópera de Donizetti titulada Belisario. También recordó que los jóvenes de su generación crecieron con el cuento absurdo de que ese himno había ganado en un concurso internacional el segundo puesto del más hermoso después de La Marsellesa.