Gustavo Petro y Alejandro Ordóñez son como el agua y el aceite, ambos en dos extremos políticos y rivales desde que el exprocurador destituyó e inhabilitó a Petro para ejercer cargos públicos por el escándalo de las basuras en la Alcaldía de Bogotá.

Ni siquiera los años han sanado las heridas. Petro cuestionó este martes la postura del embajador de Colombia ante la OEA frente al 12 de octubre y su defensa de la colonización. El exprocurador dijo, entre otras cosas, que la colonización en América fusionó los pueblos conquistados con los reinos conquistadores, lejos de la eliminación y extirpación de pueblos nativos y dejó una herencia de construcción legal, moral y cívica, como el idioma, los valores, la fe y la civilización.

Petro, indignado, respondió: “Aunque esto lo diga el embajador de Colombia ante la OEA: un facista. Me toca afirmar ante el mundo que el 12 de octubre de 1942 comenzó un genocidio en América”.

Ordóñez, enseñado a responder los señalamientos de Petro, no se quedó callado y le dijo que él era bueno para vociferar sobre hechos ocurridos hace más de 500 años, pero “malo para reconocer los crímenes de una guerrilla de la que hizo parte hasta 1990”.

“Ya que Petro ‘afirma ante el mundo’: además de magistrados, civiles, soldados y policías, ¿a cuántos indígenas asesinó su M-19?”.