El domingo pasado, el Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático decidió de manera unánime que Francia Márquez sería la candidata presidencial de la colectividad y los representará en la consulta del Pacto Histórico en 2022.
La precandidata inició recogiendo firmas, enfrentó dificultades y contaba con un presupuesto reducido para llevar a cabo la labor. Por esto, los directivos del partido le sugirieron que las dejara a un lado.
Jaime Dussán, secretario general del Polo, le dijo a SEMANA que Márquez pasaba por un momento de desesperación. La razón: su primera estrategia para no depender de las firmas no funcionó.
La precandidata anunció la semana pasada que recibió el aval del movimiento AICO, que representa las autoridades indígenas de Colombia. Márquez pensó que esto resolvería su problema, pero se encontró con que la colectividad no podía respaldarla en el Pacto Histórico y mucho menos en la consulta por la izquierda.
AICO no es de la convergencia del Pacto Histórico y no solicitó participar legalmente en consultas. Por eso, el Polo, en solidaridad con la alianza de izquierda y por no tener candidato a la Presidencia, le dio la tranquilidad a Francia en medio de la incertidumbre por sus firmas. Dussán confía en que Francia Márquez será la vicepresidenta de Gustavo Petro. Incluso, él mismo le advirtió al precandidato que la fuerza de la oriunda del Cauca podría darle una sorpresa en la consulta de marzo. En total, el Polo aspira a ponerle más de un millón de votos a la aspiración de la afrocolombiana.
La instrucción a los dirigentes territoriales del Polo es “todos con Francia” y el próximo jueves, en horas de la mañana, se anunciará oficialmente el aval.