A propósito de las reformas del Gobierno Petro, los tiempos empezaron a ajustarse porque la reforma a la salud y la pensional deberán ser aprobadas antes del 20 de junio para evitar su hundimiento por falta de trámite. Pasada la Semana Santa, el Legislativo tendrá 12 semanas para estudiar estas iniciativas, que cada día están más embolatadas.

Aunque parezca mucho tiempo, lo cierto es que será una contrarreloj de la coalición de Gobierno y de los ministros para impulsar las iniciativas. Por ahora, la reforma a la salud está virtualmente hundida y la pensional está dilatándose en la plenaria del Senado. Como el Ejecutivo sabe que su capital político es escaso, la reforma laboral está quieta y no se tiene previsto, por ahora, que empiece su discusión en primer debate para no abrir otro frente de batalla.