A pesar de su suicidio, la Fiscalía peruana piensa ir hasta el final en la investigación sobre los supuestos sobornos de Odebrecht a Alan García. Lo acusan de lo siguiente: 1) Que presentó un pago de 100.000 dólares como honorarios por una conferencia inexistente. 2) Que 4 millones de dólares de Odebrecht aparecieron en las cuentas de dos exfuncionarios de su Gobierno muy cercanos a él: Luis Nava y Miguel Atala. Como estos dos no tenían responsabilidad alguna relacionada con los contratos en cuestión, la justicia dedujo que servían de intermediarios al presidente.