No cabía un alma más. Lleno. Así se veía el recinto en el que el presidente Iván Duque, junto con el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, presentaron la nueva reforma tributaria, la cual, en su mayoría, recae sobre el sector privado, toda vez que les incrementan al 35 % la tarifa del impuesto de renta a las empresas; les quitan el beneficio de descontar la totalidad del ICA cuando realizan la declaración de renta, y les aplican una sobretasa en renta a los bancos y entidades financieras, con lo cual se recaudará el 88,4 % del total previsto, es decir, $11 billones de los $14,2 billones estimados.

Lo ocurrido en el acto en el que se abrió al país el libro con las modificaciones al sistema tributario envía la señal de que la reforma podría pasar de manera rápida su trámite en el Congreso de la República, una vez se radique allí.

En el evento estuvieron representantes de gremios, que a la final son los que se van a meter la mano al bolsillo para aportar impuestos. Pero lo que más se destaca es la amplia participación de congresistas, de todos los partidos políticos, que intervinieron para sumarse a las filas del Gobierno que alzan banderas para sacar adelante el proyecto.

Por el Partido Liberal estuvo Mario Alberto Castaño Pérez, por Colombia Justa Libres intervino John Milton Rodríguez, mientras que María del Rosario Guerra, quien además de ser del partido de Gobierno, presidirá la comisión tercera del Senado, por donde tendrá que pasar el proyecto, también habló en el lanzamiento de la reforma.

Conservadores, liberales, de derecha, de centro... muchos fueron los convidados, incluyendo a alcaldes, jóvenes y otras voces que testificaron sobre el amplio consenso que se dio en foros y eventos para construir el documento que ahora se radicará.

El proyecto lleva mensaje de urgencia, lo que indica que solo tendrá un debate en comisiones conjuntas del Congreso (terceras y cuartas de Senado y Cámara), para luego salir al ruedo en las plenarias, que aunque sesionan de manera individual, realizan el segundo debate en forma simultánea. La expectativa del Gobierno es que se apruebe el proyecto entre agosto y septiembre. El camino para ello parece despejado.