Antonio García, máximo dirigente del ELN, en las últimas semanas se ha dedicado de lleno a sus redes sociales, desde donde lanza cuestionamientos y fija posturas sobre el proceso de paz que se adelanta con el gobierno del presidente Gustavo Petro.

A diario publica escritos sobre sus posturas y algunos puntos de los avances de las partes en negociación y desde esa trinchera ha dicho que el ELN dejará de secuestrar cuando el Gobierno los financie.

Recientemente, aprovechó sus redes para preguntarles a los negociadores del Ejecutivo por su salario. “Entre otras cosas... ¿cuánto gana cada integrante de la Delegación de Paz del Gobierno? ¿De dónde sale ese dinero?”, se preguntó el guerrillero.

Aunque García no tiene autoridad moral para hacer ese cuestionamiento por estar en la ilegalidad, su escrito sí ha generado múltiples reacciones y han pedido a los negociadores de paz que revelen el salario que devengan por estar en la mesa de diálogo.

Por ahora, ninguno de los negociadores del Ejecutivo ha respondido a García y se desconoce si alguno lo hará.

Lo cierto es que García se ha convertido en el crítico número uno de los diálogos con el ELN y resultó haciendo más oposición a los diálogos que la propia derecha de Colombia.