A propósito de las intervenciones ilegales denunciadas por el magistrado Jorge Enrique Ibáñez Najar, la comunidad jurídica, la Rama Judicial y la sociedad en general han rodeado con su solidaridad a la Corte Constitucional. El alto tribunal ha salido fortalecido de este episodio y hoy es la institución en la que los colombianos guardan toda la esperanza de que hará respetar y mantendrá el orden constitucional, la democracia y el Estado de derecho.