A pesar de que la discusión en el Congreso ha estado concentrada en grandes temas como la reforma tributaria, la “ley de paz total” y la reforma política, los congresistas han radicado otras iniciativas que, si bien no tienen el foco mediático, también generan discusión.
Una de las más llamativas es la radicada por 70 congresistas que buscan cambiar la capital del departamento de Cundinamarca, que actualmente es Bogotá.
Esta reforma constitucional implica todo un revolcón institucional, pues más allá del rótulo de capital, Bogotá se ha convertido en una ciudad clave para la integración del departamento y ha emprendido en sociedad con otros municipios importantes proyectos de infraestructura.
Según indica la iniciativa radicada ante la Cámara de Representantes, la idea es que la capital ahora sea ocupada por el municipio de Soacha, que cuenta actualmente con cerca de un millón de habitantes.
Uno de los hechos más llamativos es que el proyecto es apoyado por Asocapitales, la asociación que agremia a los alcaldes de las ciudades capitales del país.
Esta organización, dirigida por Luz María Zapata, esposa del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, tiene una importante capacidad de hacer gestión en el Congreso en favor de sus iniciativas.
En Colombia, esta propuesta empezó a ser discutida luego de una idea que lanzó el congresista César Lorduy, quien propuso trasladar los ministerios a las regiones, lo que en todo caso implica un revolcón administrativo y trae de fondo una discusión sobre el futuro de la capital.
A lo largo de los años, otros municipios importantes de Cundinamarca también se han postulado para ser la capital del departamento, como es el caso de Facatativá, Zipaquirá y Girardot.
Este último municipio se ha postulado en varias oportunidades para ser la capital del departamento, argumentando, entre otras razones, su posición estratégica en la geografía nacional, al lado del río Magdalena, y su potencial turístico. Tiene 95.427 habitantes.
Sin embargo, a pesar de los intentos por hacer modificaciones, Bogotá se ha mantenido en su papel como capital.