Fue pura casualidad que Arturo Char y Aida Merlano, dos procesados por corrupción electoral, en un mismo proceso, terminaran en el mismo sitio de reclusión, un batallón en el municipio de Malambo, departamento del Atlántico. Razones de sobra para cambiar de sitio al primero, como efectivamente ocurrió.

En las últimas horas, se conoció que tras la decisión de trasladar al departamento del Atlántico al exsenador y dada las circunstancias de reclusión en el batallón de Malambo, se optó por una tercera posibilidad, otro batallón, pero en la ciudad de Santa Marta.

La excongresista Aida Merlano habló de un plan para comprar votos en el que está involucrado Arturo Char. | Foto: El País

El excongresista fue detenido el pasado 7 de septiembre, cuando llegó a Colombia. Los oficiales de Migración le notificaron la orden de captura que firmó la Sala de Instrucción de la Corte Suprema. Luego de cumplidos los trámites, Char fue trasladado al pabellón de servidores públicos en la cárcel La Picota, sur de Bogotá, donde permanecía hasta hace unos días, cuando se le otorgó el cambio de ciudad, por razones de arraigo.

El traslado, según se conoció, no es más que un asunto de trámite y de conveniencia dadas las circunstancias de reclusión de la exsenadora Merlano, testigo en los procesos que justamente enredan a Char con la justicia. Era apenas obvio que no deberían estar en un mismo espacio, porque los dos están en orillas diferentes en este caso y es necesario guardar la distancia.

La acusación contra Char está contenida en un documento de 219 páginas, conocido en exclusiva por SEMANA. Allí, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia reseñó todo el material probatorio que incluyó documentos y testimonios en contra del expresidente del Senado Arturo Char, miembro de una de las familias políticas y económicas más importantes del país.

En el mismo documento también se advierte sobre la necesidad de mantener privado de la libertad al excongresista, pero claro, lejos de los testigos y su contraparte en el proceso, que para el caso resultó ser la exsenadora Aida Merlano, quien estuvo a punto de convertirse en su vecina en el batallón de Malambo.