El canciller encargado en funciones y embajador de Colombia ante Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, canceló por lo menos dos eventos importantes que estaban programados en su agenda para este martes 27 de febrero, un día después del escándalo que generó la adjudicación de la licitación de pasaportes de la Cancillería a Thomas Greg & Sons.
Por un lado, Murillo tenía una cita a las 9:30 a. m. en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, en el Capitolio Nacional, para enfrentar un debate de control político precisamente por el tema de los pasaportes en el país, una solicitud radicada hace meses por el representante Edinson Vladimir Olaya, del Centro Democrático.
Sin embargo, el pasado viernes 23 de febrero, el mismo día que Murillo le devolvió la pelota a Salazar sobre el lío de pasaportes, Murillo envió una comunicación a Mónica Karina Bocanegra, presidente de la Comisión Segunda, expresando su imposibilidad de asistir porque se encontraría en una “reunión de alto nivel del 55° periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza”. Aun así, invitó a la congresista y a sus colegas a un desayuno a las 8:00 a. m. en el Palacio San Carlos, sin embargo, el funcionario no estaría allí.
Por su parte, también se canceló otro evento en el que Murillo era uno de los invitados especiales, junto a Laura Sarabia, directora del Dapre, que se desarrollaría a las 7:00 p. m. en el Club del Comercio en el nororiente de Bogotá. Aunque no se dieron razones de fondo, el embajador de Colombia ante el Reino Unido Roy Barreras reconoció que, en medio del escándalo que enfrenta, no era posible realizarlo.
“Cuando estalla una bomba en la sala no hay condiciones de invitar amigos a cenar… Con la situación sobreviniente en la Cancillería con el asunto de los pasaportes, resulta inoportuno el encuentro de análisis con senadores y representantes que estaba previsto esta noche”, aseguró Barreras.
Por ahora, Murillo no aparece para dar explicaciones sobre este lío de pasaportes.