Carmen Eugenia Dávila, exdirectora de Gestarsalud, el gremio de las EPS del régimen subsidiado, fue una de las pocas dirigentes del sector que no se doblegó ante el Gobierno Petro, quien logró arrodillar a la mayoría de las prestadoras.
Al notar que se avecinaba un sorpresivo arreglo, la también exviceministra de Protección Social decidió renunciar a la representación de las EPS y no firmó el documento del acuerdo. Dávila se niega a cambiar su opinión sobre una reforma que encuentra dañina para la población colombiana. Ante el giro que tuvieron la mayoría de las EPS, que privilegiaron sus intereses por encima de la salud de la gente, la postura de Dávila es aplaudida.