La audiencia de preclusión del proceso de Álvaro Uribe no ha podido efectuarse por toda clase de maniobras dilatorias de la contraparte. La solicitud para esa diligencia se presentó el 5 de marzo; sin embargo, nada que arranca la discusión de fondo. La razón es que Iván Cepeda y su abogado intentaron incluir como víctimas a la esposa de Monsalve, Deyanira Gómez, y al periodista Gonzalo Guillén.
En abril una jueza le reconoció a ella esa calidad, pero el pasado 28 de mayo el tribunal se la negó. Frente a eso, ellos pusieron una tutela ante la Corte Suprema, que fue rechazada por este organismo. Y ahora volvieron a presentar otra en la que piden suspender la audiencia programada para el próximo 24 de junio. Al país le conviene una decisión final sobre este caso.