Hace pocas semanas, el periodista colombiano exiliado en España, Antonio Caballero, viajó a Lisboa y cuando se disponía a hacer algunos arreglos en su pasaporte en la Embajada colombiana, se encontró con el embajador y ex ministro de Defensa, general (r) Miguel Vega Uribe. Caballero y Vega se habian conocido a finales de la administración Betancur, en un viaje que los periodistas hicieron con el presidente al islote de Malpelo. A pesar de que sus diferencias ideológicas no se zanjaron, encontraron un punto en común: su afición al póker. En Lisboa recordaron el episodio y el embajador y su señora invitaron a Caballero a comer en un elegante restaurante. Durante la conversación que versó sobre la situación nacional, el general le recomendó a Caballero no regresar al país.