La salud, que en Colombia está metida en un proceso de transformación propuesto por el Gobierno en la reforma que cursa en el Congreso de la República, fue una de las variables que apuntaló la posición que ocupó esta nación en el famoso Índice Legatum de Prosperidad.
Este indicador, que mide 89 variables que pueden dar las señales de qué tan próspera es una nación, es un ranking anual que elabora el instituto Legatum, propiedad del grupo de inversión privada Legatum Limited.
Son 187 países los que son incluidos en el índice, para el cual, los elaboradores del mismo consultan múltiples fuentes en cada lugar.
En ese contexto, Colombia ascendió en una década, del puesto 72 que ocupaba en 2013, a la casilla 81 (2023).
Lo curioso es que, en salud esta nación se ubica en el puesto 36, mientras que el talón de Aquiles es la seguridad, tema en el cual está casi en la cola, con el puesto 156.
Como en la mayoría de escalafones que miden el desarrollo y bienestar de los ciudadanos, los primeros lugares los ocupan Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia y Suiza, que tienen casi todos los indicadores en los mejores niveles (con cifras de un dígito en el puesto que ocupan).
De Colombia, hay que decir que en el área de educación también el país está en término medio, ocupando el puesto 80. Y ni qué decir de la calidad de la economía, donde esta nación se ubicó en la casilla 85.
En comparación con sus vecinos, el país tiene por encima a Argentina, que en esta anualidad se ubica en el puesto 58; Perú, en la casilla 59; Brasil, en el 66; República Dominicana está en el escalón 68; México en el 71 y Paraguay, en el 76.