El sonajero que antecede a una reforma tributaria que estaría presentando el Gobierno nacional, que sería la segunda en esta administración y la tercera que se hace, con la excusa de una pandemia, es un generador de incertidumbre para la necesidad que tiene Colombia de promover la inversión, principalmente la privada, pues la pública no alcanza a provocar el impulso a la economía.
Ese fue uno de los temas que salió a relucir en las conversaciones por Colombia, iniciadas por el Consejo Gremial, para construir un banco de ideas que lleven a mover la economía a través de la inversión.
El presidente de Anif, José Ignacio López, tras poner sobre la mesa una serie de estadísticas sobre la forma en la que se pagan los impuestos en Colombia, dijo que ya el país “se está pareciendo a un purgatorio fiscal”.
Eso, en el entendido de que la nueva reforma tributaria sería para bajar la tarifa de renta de las personas jurídicas, pero el experto estima que, en un escenario de bajos ingresos como el que tiene esta nación en la actualidad, probablemente no se podría dar.
Para López, una reactivación que requiere promover la inversión no iría en la misma línea de una idea de nueva reforma tributaria. A menos que sea para emparejar cargas y migrar finalmente hacia una equidad en la que haya una tasa de tributación más baja y uniforme, señaló el directivo de Anif.