Aunque los presidentes, como es natural, tienen altas y bajas en su relación con los medios, lo que ocurre con el Gobierno Petro es inusual. Desde la llegada de María Paula Fonseca como jefe de Prensa, la relación con los periodistas y la Casa de Nariño se rompió.

No hay diálogo, nadie da detalles de los eventos a los que asiste el mandatario y en los pasillos se comenta que se les pedirá la renuncia protocolaria a quienes conforman el equipo de comunicaciones. En medio de la crisis, Petro incorporó a Augusto Cubides para darle manejo al tema.

Él trabajó en esa materia en la época en que Petro fue alcalde de Bogotá. Las expectativas están centradas en que Cubides logre mejorar el diálogo y ponerle fin a la zozobra en Palacio.