La Universidad de Chicago hizo una encuesta en Estados Unidos para preguntarles a los norteamericanos si estarían dispuestos a ponerse la vacuna contra el coronavirus apenas esta estuviera disponible. El 51 por ciento contestó que no. De estos, el 31 por ciento manifestó preocupación por la rapidez con la que la están desarrollando y dijo que solo lo haría cuando se confirme que no tuvo efectos secundarios en quienes se la aplicaron. El otro 20 por ciento dio una respuesta desconcertante: que por ninguna razón estarían dispuestos a aplicarse una vacuna promovida por Trump. Según ellos, el presidente está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar las elecciones y esa vacuna podría tener gato encerrado.