En medio del debate sobre nuevas aspersiones con glifosato para erradicar los cultivos de coca hay algunos datos interesantes. La Unión Europea rechazó prorrogar la licencia para el uso de esa sustancia por 10 años y solo la autorizó hasta 2022. Basó esta decisión en un informe de 2015 de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer que señaló que esta sustancia es probablemente cancerígena. Francia ya proscribió la venta y en julio pasado Austria ordenó su retiro del mercado. En Alemania, país que lo produce, su uso quedará prohibido a partir de 2023.