Dicen que, desde el punto de vista político, hacer oposición es un buen negocio, pues se adquiere mayor visibilidad al criticar la labor del Gobierno. Pero también es un buen negocio económico, pues el estatuto de oposición en su artículo 12 establece que los partidos que se declaren de esta tendencia tendrán financiación adicional, equivalente al 5 por ciento del total que reciben todos los partidos. SEMANA conoció el monto adicional que recibieron estas colectividades –la mayoría de centroizquierda– en 2021. El que más recibió fue la Alianza Verde, con 1.516 millones de pesos; le sigue el Mais, al que se le giraron 565 millones; luego viene el Polo, con 415 millones. El partido Comunes, de las antiguas Farc, tuvo una financiación por 377 millones. Como quien dice, hacer oposición paga.