La Defensoría del Pueblo ha emitido una alerta sobre la “necesidad de implementar acciones planificadas y estructurales a largo plazo” para prevenir un posible desabastecimiento de agua en Bogotá y municipios aledaños, pese a la reciente flexibilización de las medidas de racionamiento, que pasan a día de por medio.
Aunque el nivel de los embalses del Sistema Chingaza ha mejorado, pasando de un crítico 16 % en abril a más del 42 % a finales de junio, la entidad advierte que la “disminución de los niveles no es coyuntural” y requiere una atención sostenida.
La Defensoría instó a las autoridades a cumplir con las obligaciones legales de protección del medioambiente.
“Aunque la nueva medida, que entrará a regir a partir de este 1 de julio, obedece a que el nivel de los embalses, con corte al 25 de junio, supera el 42 % (la meta a octubre próximo es del 70 %), derivado del comportamiento favorable de las lluvias, la medida inicial y el aporte de la ciudadanía, es indispensable que las autoridades cumplan con las obligaciones legales de protección del medioambiente, incluyendo la preservación de ecosistemas como páramos, ríos y humedales”, pidió la entidad.
Finalmente, hizo un llamado a los habitantes de Bogotá y sus alrededores para que continúen implementando un uso eficiente del recurso hídrico y medidas de ahorro.