Emilio Odebrecht, el fundador de la multinacional que lleva su nombre, acaba de despedir a su hijo Marcelo, el gran protagonista del escándalo de los sobornos. Este, después de salir de la cárcel se había reintegrado al conglomerado manejado por su padre. El viejo descubrió unos e-mails en que Marcelo lo acusaba de estar quebrando la empresa. Entró en santa ira pues el que la había quebrado había sido junior, quien acabó con el buen nombre de la familia y dejó a la multinacional con casi 3.000 millones de dólares en multas. Presentaron públicamente la destitución como “despido por justa causa”.