A finales de este año vencerá el período de mandato de tres de los siete miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos —CIDH—, que, como bien se sabe, es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos —OEA—, que, junto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos —Corte IDH—, tiene como misión fundamental promover y proteger los derechos humanos en el continente americano.
Un nombre suena en la baraja de candidatos a ocupar el cargo de comisionado en esta organización, se trata de Carlos Bernal Pulido, reconocido por la labor que tuvo como magistrado de la Corte Constitucional, de talante un poco más conservador que sus compañeros en decisiones que fueron incluso merecedoras de premio.
Por ejemplo, recientemente, la Corporación Excelencia en la Justicia —CEJ— exaltó que dentro de la terna propuesta para reemplazar una de las vacantes se encuentre Bernal, quien es abogado egresado con los máximos honores de la Universidad Externado de Colombia, y quien se desempeñó como magistrado de la Corte Constitucional entre 2017 y 2020; desde dicho alto tribunal gestó importantes ponencias dirigidas a proteger los derechos de los menos favorecidos.
Una de las sentencias que fue premiada por la CEJ, fue la SU-141 de 2020, que amparó las libertades de expresión, información y prensa de varios periodistas a quienes, en el marco de un proceso penal, les fue prohibido el ingreso a las audiencias preliminares.
En su presentación del pasado 22 de septiembre, ante el Consejo Permanente de la OEA, Bernal Pulido planteó propuestas para la CIDH, entre ellas, que el organismo se convierta en catalizador de sinergias para un desarrollo sostenible de políticas de derechos humanos, dentro de los Estados y el sistema interamericano.
Bernal cuenta con dos doctorados, uno en derecho por la Universidad de Salamanca (España) y en filosofía por la Universidad de La Florida (Estados Unidos). En caso de darse su designación como comisionado, será por un periodo de cuatro años.