El decreto del día cívico, ordenado sorpresivamente por el presidente Gustavo Petro para el viernes 19 de abril, causó traumatismos. Por ejemplo, miles de ciudadanos tenían cita en esa fecha para tramitar su pasaporte. Sin embargo, con menos de 24 horas de anticipación, la Cancillería informó que cerraba sus oficinas en Bogotá por cuenta de la decisión de Petro.

El problema fue que muchos viajaron a la ciudad y se molestaron, pues aseguraron que perdieron el viaje. Tras la polémica y los reclamos, la Cancillería tuvo que dar marcha atrás y abrir la sede del centro entre las 12:00 m. y las 3:00 p. m. para atender los llamados “casos de urgencia”.