Este miércoles, miembros del ELN secuestraron en el departamento de Arauca a la sargento segundo del Ejército Gihislaine Karina Ramírez Chitiva y sus dos hijos menores de edad.

Igualmente, el Frente de Guerra Occidental de esta guerrilla nuevamente volvió a atemorizar a los habitantes de Chocó con el anuncio de un nuevo paro armado en los sectores por donde cruzan los ríos Taparal, Sipí y San Juan, en este departamento.

Estos hechos se dan justo a horas de que este grupo armado ilegal inicie el cese al fuego bilateral que había pactado con el Gobierno. Pero mientras por un lado hablan de paz, por el otro hacen la guerra.

Estos episodios han generado el rechazo de los sectores de oposición, que no comprenden cómo el ELN sigue sin dar gestos de paz, a pesar de que el Gobierno nuevamente le tiende la mano.

Uno de los más críticos ha sido el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Motoa, quien aseguró que el grupo guerrillero “no tiene voluntad de paz”.

“A las pocas horas de que el ELN anunciara el cese al fuego, recrudece su accionar violento. Lo ocurrido en Cúcuta, lo sucedido con el secuestro de la sargento y menores de edad demuestra lo que hemos denunciado, que esa organización no tiene voluntad de paz”, aseguró Motoa.

Según el senador, esta organización criminal está aprovechando la oportunidad que le entrega el Estado para fortalecerse, ganar más control en los territorios, seguir usufructuando la economía ilegal, de cultivos ilícitos, de extorsiones, de amenazar a la sociedad civil.

“El Estado debe aprovechar la ventaja histórica que ha supuesto la aviación y la Fuerza Aérea en el marco del conflicto para replegar al ELN”, dijo el congresista.