SEMANA confirmó que el embajador Armando Benedetti tiene hoy menos seguridad que la que tenía antes de estallar el escándalo de los audios revelados por SEMANA. En estos advierte del ingreso de 15.000 millones de pesos a la campaña presidencial de Gustavo Petro. De esta manera, Benedetti se convirtió en la principal fuente que podría develar toda la verdad sobre esa presunta entrada de dineros sucios. La pregunta es quién le ha disminuido su esquema de seguridad y por qué, a pesar de las graves amenazas que denunció el diplomático. Mientras Benedetti no tenga garantías frente a su integridad física y la de su familia, se mantendrá en silencio y no colaborará con la Fiscalía. ¿Esto a quién le conviene?