Horas después de que la Cancillería de Colombia expidiera un manual donde le recomienda a sus funcionarios cómo vestirse para cada ocasión laboral, el embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero, fue uno de los primeros en reaccionar. Al fin y al cabo, él hace parte de los empleados de dicho despacho.
“Más allá del código de vestuario, en tenis o sin ellos, lo importante es trabajar siempre por el país”, escribió en su cuenta personal de Twitter. Su mensaje lo acompañó con una fotografía donde él aparece de jean, tenis y camisa blanca por fuera de su pantalón.
Es decir, el embajador de Colombia en Argentina se convirtió en el primer diplomático en desobedecer el código de vestimenta que recomendó la Cancillería, porque en el instructivo está claro que no podrán portar tenis.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores promueve los intereses nacionales en el exterior, es nuestro deber proyectar una imagen y acorde con la misión, visión y los objetivos institucionales, por esta razón, la presentación personal no puede estar acompañada de ropa informal (como los tenis) en las instalaciones del Ministerio”, se lee en el instructivo.
El canciller Álvaro Leyva también se refirió al código de vestimenta y, aunque trató de tomar distancia del tema, no anunció que lo tumbaría.
“Sobre el vestuario en la Cancillería: con María Mercedes Carranza introduje en la Constitución el Artículo sobre el libre desarrollo de la personalidad. Así, no soy quién diga cómo debe vestirse la gente. Prevalece, sí, lo que le recta la razón y el buen comportamiento indiquen”(sic), escribió en Twitter.
Hasta este miércoles, ni el presidente Gustavo Petro ni la vicepresidenta Francia Márquez se habían referido al tema. De hecho, al primero le cuestionaron su arribo en tenis a Davos, mientras que a la segunda la criticaron, en su momento, por su aparición en sudadera en una cumbre internacional en Egipto.