El presidente Gustavo Petro ya decidió y, si nada extraordinario ocurre, sacudirá a su equipo de máximos colaboradores la próxima semana. Es casi un hecho la salida del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco. El desgaste por el escándalo de la UNGRD aceleró su salida. Igual situación ocurre con el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, cuya reforma fracasó en el Congreso, no ha logrado una nueva concertación y se ha dedicado a polemizar y generar ruido. Las ministras de Educación, Aurora Vergara, y de Vivienda, Catalina Velasco, también están en la cuerda floja.