Este jueves, cuando la presidenta de la Comisión de Ética de la Cámara, Juana Carolina Londoño, estudiaba las recusaciones contra los congresistas en medio del debate de la reforma pensional, a raíz de los señalamientos de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, le llegó un mensaje de texto del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco. Él le escribió que en sus manos estaba el futuro de dos millones y medio de abuelos y que apelaba a su buen corazón. Londoño se sintió extrañada porque no es amiga de Velasco ni ha visitado su despacho. Por eso, leyó el mensaje en público e hizo claridad sobre su independencia. Velasco, luego, avergonzado, le ofreció excusas y dijo que su intención no era incidir en sus decisiones.