Parece confirmarse la denuncia de los expresidentes Uribe y Pastrana de que Odebrecht le entregó durante las elecciones presidenciales de 2014 3.894 millones de pesos al tesorero del Partido Liberal, Esteban Moreno. Ese giro se le hizo al partido pues los aportes a las colectividades no tienen topes y los de las campañas, sí. En la práctica con esos recursos un partido hace proselitismo a favor de su candidato en forma indirecta. Por ejemplo, en 2014, decir “Vote por la paz” era lo mismo que decir “Vote por Santos”. Hasta ahí no hay nada raro. Lo que no está claro es por qué ese dinero entró ilegalmente si los aportes a los partidos políticos no tienen límite. Esos recursos fueron camuflados en contratos falsos de Odebrecht y no fueron registrados en los libros del partido.