El primer programa del juicio sobre la libertad de prensa creó una conmoción. Tan pronto se supo que el fiscal era Pedro Pablo Camargo, se le presentó a R.T.I. una avalancha de quejas alegando que era una falta de responsabilidad poner a Camargo en TV a hablar sobre la libertad de prensa. Camargo tiene una trayectoria algo oscura en el medio y ha sido acusado de cuanta violación a la ética periodística se pueda incurrir. La programadora, preocupada por estas reacciones, estaba pensando sacar del aire el segundo programa que había sido grabado, en el cual Oscar Alarcón y Camargo se enfrentaban en términos bastante fuertes, acusando el Presidente de la CPB al fiscal de prácticas antiéticas. Lo paradójico de todo esto es que el programa había resultado excelente y Camargo un fenómeno de la TV .