El lunes pasado se produjo gran conmoción en el restaurante Café Imperial, al norte de la capital cuando a las 2 y 15 de la tarde, sin previo aviso de ninguna clase, se presentó el Presidente Belisario Betancur en compañía de su ex ministro de Comunicaciones, Bernardo Ramirez, con intenciones de almorzar. En forma espontánea y como si se tratara de dos parroquianos, las dos figuras se sentaron y a los pocos minutos se vieron rodeados por admiradoras que aprovecharon el momento para departir con los destacados comensales.