Crece la expectativa en Colombia por el fallo que emitirá el jueves 21 de abril en horas de la madrugada la Corte de La Haya sobre el litigio de Nicaragua, el cual ha sido considerado como el más extenso y complejo de todos los que ha tenido la Corte Internacional de Justicia desde 1946.
El presidente Iván Duque definió dónde recibirá el fallo del alto tribunal internacional, en ese sentido, altas fuentes del Gobierno nacional señalaron que el mandatario estará en San Andrés y Providencia adelantando una agenda de trabajo, región que genera alta relevancia en la determinación de La Haya.
En esa visita, el jefe de Estado enviará un claro mensaje de soberanía y de acompañamiento a los ciudadanos de San Andrés y Providencia, sin olvidar a la comunidad raizal.
Además en ese trabajo especial, el presidente Duque supervisará los trabajos de reconstrucción de la isla por el devastador paso del huracán Iota, con la instalación de viviendas nuevas y recuperación de otros inmuebles para los afectados.
Volviendo al pleito con el país centroamericano, se remonta a una obsesión de Nicaragua en torno a sus supuestos derechos sobre San Andrés y Providencia y los cayos. Invadió en 1890 las islas Mangles, cercanas a su costa, pero pertenecientes al archipiélago. En 1913, impulsada por Estados Unidos, dio un paso más allá y pretendió la totalidad del archipiélago.
Cabe señalar que 11 gobiernos, desde entonces, incluyendo el de Juan Manuel Santos, sabían perfectamente que el meridiano 82° no era el límite marítimo con Nicaragua. Los más destacados juristas internacionales que fueron consultados por diferentes Gobiernos coincidieron en eso, e incluso algunos recomendaron que el Gobierno, paulatinamente, explicara a la opinión pública nacional que el supuesto límite marítimo no existía.
Finalmente y después haber sostenido públicamente que el meridiano 82° era el límite, salir a decir otra cosa era un riesgo político. Por lo tanto, todos evitaban hacerlo y más bien confiaban que Nicaragua no iba a demandar, entre otras cosas, porque corría el riesgo de que el tribunal acabara con su pretensión centenaria sobre el archipiélago, que había sido la bandera en momentos de crisis políticas internas. En 1980, Nicaragua había desconocido el tratado de 1928. Afirmó que el archipiélago de San Andrés y todos los cayos le pertenecían y reiteró su rechazo a que el meridiano 82° fuera el límite.
El fallo del 21 de abril
Nicaragua, por las razones expuestas, tomó la decisión de demandar nuevamente a Colombia el 26 de noviembre de 2013, acusándola de incumplimiento del fallo. Le solicitó a la Corte que señalara que Colombia no debe usar o amenazar con hacer uso de la fuerza, no puede violar las zonas marítimas que le fueron asignadas a Nicaragua en el fallo y que está obligada a cumplir el fallo de 2012.
Este fallo no implicará ninguna acción sobre los espacios marítimos, como será el caso de la otra demanda de Nicaragua, en la que pretende el mismo límite que le fue negado por la Corte en 2012, esto es el del supuesto borde externo de la plataforma continental.