La victoria de Javier Milei, economista y líder libertario, en las elecciones presidenciales en Argentina supone el proceso de cambio en los destinos de eses país, mientras el nuevo mandatario de los argentinos se dirige a su pueblo, presidentes y otras figuras de la política latinoamericana enviaron un saludo a Milei.
Sin embargo, uno de los mensajes que más sorpresa ha causado es el que envió Gabriel Boric, presidente de Chile, quien a pesar de estar en una orilla ideológica o puesta a la de Milei, reiteró su respeto y apoyo hacia el nuevo gobierno de Argentina junto a su deseo de mantener unidas a ambas naciones que son hermanas.
El respetuoso mensaje de Boric plantea un gran contraste con la reacción que inicialmente tuvo el presidente Gustavo Petro, tras conocer la victoria de Javier Milei.
A través de su cuenta en X (antes Twitter) el mandatario de los colombianos escribió un mensaje en donde se mostró descontento por la elección de los argentinos, además manifestó que dicha decisión marca un momento “triste” para América Latina”.
Petro también cuestionó el nuevo gobierno de Argentina indicando que el neoliberalismo “ya no tiene propuesta para la sociedad”, porque no puede “responder a los problemas actuales de la humanidad”.
Cabe precisar que minutos después el presidente Petro publicó un segundo mensaje en donde expresó que las relaciones de Colombia y Argentina “se mantendrán en el respeto mutuo”.
“Las relaciones de Colombia y Argentina, los vínculos entre sus pueblos se mantendrán en el respeto mutuo. Felicito a Milei. Y esperamos del progresismo argentino las valoraciones que les permitan a los pueblos latinoamericanos aprender de las lecciones de la historia”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
A su turno, Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, destacó la reacción del presidente de los chilenos y cuestionó el mensaje que emitió el presidente Petro.
De acuerdo con el exalcalde de Bogotá, Gabriel Boric, en su calidad de presidente de Chile, fue respetuoso con el pueblo y la democracia argentina, porque tuvo presente que sus opiniones personales o emocionales no son con las que un jefe de Estado representa a una nación.
Situación que, a juicio de Peñalosa, no pasó con el presidente Petro.